Había una vez un niño llamado Nahuel que jugaba al fútbol.
Después de media hora vio que estaba por llover y se fue para su casa.
Paso la noche, tenía escuela y no pudo ir a la escuela porque caía granizo.
Desde la ventana de su cuarto miraba para afuera, se estaba por caer el vidrio y luego se fue con su madre hacia el otro cuarto.
Cuando estaba con su madre sintió el ruido de chapas porque se había caído el galpón de su casa.
Cuando la tormenta paro la gente del campo se reunió para ayudar a los que la tormenta les había roto el galpón o la casa.
Nahuel se desperto y fue a la escuela y yendo hacia allí vio galpones rotos, arboles caidos y casas rotas.
Andrés, Matías, Jenifer, Soledad
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